VIDEO: Cardenal Sandoval revela cinco puntos clave del Caso Posadas



Las tesis del asesinato del Cardenal Posadas incluyeron versiones que lo consideraban miembro de los cárteles de la droga o que fue un asesinato por error de una de las bandas criminales.

El Cardenal Sandoval Íñiguez, junto a sus abogados, dos obispos designados por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y representantes de la Procuraduría General de la República (PGR) conformaron una comisión de investigación del caso.

A continuación, los puntos señalados por el Cardenal Juan Sandoval Íñiguez en su video-mensaje:

1. “Tenemos información” sobre el crimen, indicó el Purpurado, y señaló que “para el público, la información se contiene en tres libros que se fueron escribiendo por mis abogados a medida que avanzaban las investigaciones sobre el caos”.

Estos son Sangre de Mayo, La Verdad Os Hará Libres y Los Chacales. Este último, destacó, “es el más completo”.

“Esas investigaciones y declaraciones ministeriales se tiene un archivo bastante amplio, con copias, varias copias para que no se pierda”, explicó, e indicó que reproducciones de estos documentos están en manos de la PGR, en la Nunciatura Apostólica, en la secretaría de la CEM, en la Santa Sede y en su poder y el de sus abogados.

Esto, precisó, “para que no se pierdan”.

2. El asesinato del Cardenal Posadas “se trató de un crimen de Estado, perpetrado por la Policía Judicial Federal, es decir, por la policía de la PGR”, señaló el Arzobispo Emérito de Guadalajara.

Al mando de este crimen se encontró, dijo, Rodolfo León Aragón, entonces director de la Policía Judicial Federal. "Eso está perfectamente esclarecido, probado con declaraciones ministeriales, de manera que fue un crimen de Estado”.

¿Y quien le mandó a León Aragón? Pues seguramente el Procurador General. ¿Y quién era el Procurador General de entonces? Era Jorge Carpizo. A este tal Jorge Carpizo le encargaron que ejecutara el crimen con su policía y le encargaron que lo tapara”.

Para el Cardenal Sandoval Íñiguez la muerte de Carpizo, en 2012, fue “imprevista y media sospechosa”, pues “con él se cortó la investigación”.

3. El móvil del asesinato del Cardenal Posadas, indicó, fue que “un mes antes del asesinato fue a la residencia oficial (presidencial) de Los Pinos. Se encontraba allí el presidente de la República –Carlos Salinas de Gortari–, (José) Córdoba Montoya, (Manuel) Camacho Solís y algunos otros obispos y políticos”.

En esa ocasión, señaló, el Cardenal “con mucho aplomo, mucha hombría, reclamó que jefes de muy alto nivel en el gobierno estuvieran implicados con los cárteles de las drogas y de la prostitución, del tráfico de mujeres”.

“Lo amenazaron, lo echaron para afuera y al mes murió”, dijo.

Además de este motivo, el Cardenal Sandoval no excluyó “que pudo haber sido motivo que movió a otros también a confabularse que el Cardenal Posadas haya tomado una parte muy destacada en reformar la Constitución y en darle a la Iglesia personalidad jurídica, en 1992”.

Creo que eso pudo levantar ampolla en los radicales, en los jacobinos, en los laicistas a ultranza, que hablan del Estado Laico, que no les cayó bien este reconocimiento de la personalidad jurídica de la Iglesia”, indicó.

4. Gracias a la investigación “se logró limpiar la imagen del Cardenal Posadas”, resaltó, pues “malévolamente comenzaron a circular rumores en los medios de que como estaba el Cardenal Posadas en Tijuana pues se entendía con los carteles de la droga y que pertenecía y que era del grupo ese de traficantes, y que por esa razón lo mataron”.

Después de los dos años de trabajo de la comisión se tuvo una reunión en agosto de 1999 y se llegaron a varias conclusiones, y una de las conclusiones firmada por todos, y fue la primera, es que la imagen del Cardenal Posadas es una imagen limpia, que no tuvo ningún nexo con los carteles, ni con los traficantes de opio, ni con los traficantes de vida humana”.

5. Lo que no se logró, señaló, fue que “se enjuiciara, se condenara y se metiera a la cárcel a algún asesino del cardenal”.

A la fecha, después de 23 años no hay ninguno que haya sido sentenciado por la muerte del Cardenal”, dijo, pero precisó que esta no es tarea “de la Iglesia, eso es obligación del Estado, del poder judicial del Estado”.

“Nosotros los de la Iglesia no promovimos la investigación para llevar a la cárcel a algunos, nunca. A la Iglesia nos correspondió el perdón, y nos sigue correspondiendo el perdón”.

“Saber la verdad, como la sabemos”
, dijo, “es algo muy valioso para nosotros, gente muy honrada y cristianos”, subrayó.